sábado, 4 de abril de 2015

Las cosas pequeñitas. Feliz fin de semana.

¡Hola!, Hoy te escribo desde Conil, en la provincia de Cádiz. Estoy pasando la Semana Santa  con mi familia y rodeado de amigos.

Ayer nos desplazamos a Zahara de los Atunes a visitar a otros amigos y compañeros del mundo del coaching. Durante la comida hablamos de  dos temas principalmente, la amistad y la felicidad.  Que duda cabe que cada persona tiene un concepto de amistad y de felicidad. Si preguntásemos a cien personas que significa para ellos la palabra amistad, posiblemente podríamos obtener una definición más o menos parecida con cien matices diferentes. Igualmente nos ocurriría si preguntásemos que es la felicidad, seguramente obtendríamos diferentes definiciones.  

No todos tenemos los mismos gustos ni disfrutamos con las mismas cosas. Mientras unas personas necesitan determinadas cosas para sentirse bien, otros necesitamos otras. Muchas veces hemos oído decir que el dinero da la felicidad, otras tantas que si bien no da la felicidad ayuda bastante. Ayer comentábamos en la sobremesa el momento presente, lo que estaba significando para cada uno de nosotros, era un momento de felicidad, habíamos disfrutado de una buena comida, un buen vino y mejor compañía. Pero sobre todo poder disfrutar de nuestra amistad y compañía fue lo más valioso.


A lo mejor estás pensando que todo eso vale dinero, y tienes razón. Casi todo vale dinero. A lo largo de mis cuarenta y cinco años he vivido temporadas de abundancia y otras no tanto,  pero te puedo enumerar un montón de cosas pequeñitas que no cuestan prácticamente nada y que a mi me hacen feliz.  

Durante estos días de vacaciones salir cada mañana en bicicleta y hacer un par de horas de ejercicio, pasear por la playa o la montaña, contemplar una puesta de sol con la persona que amo, subirme a la terraza con mis hijos a contemplar las estrellas, conversar con ellos, charlar con mi mujer, visitar a un amigo, dar un reconocimiento a alguien, dar amor, leer un libro, meditar o reflexionar sobre ti o tu vida, sonreír a quien te cruces, ver un amanecer. hacer algo bueno por los demás, observar algún elemento de la naturaleza, etc.


Te invito a que reflexiones sobre todo aquello que te hace feliz y no tiene coste económico o si lo tiene que sea mínimo, seguro que hay multitud de cosas que te hacen feliz y son muy económicas. También te invito que  pienses en  personas que conoces que aún teniendo una economía mayor que la tuya o con más bienes materiales no son tan felices como tú. 

Recuerda lo que siempre te digo, la felicidad no es el destino ni el camino, es tu actitud ante la vida y eso sólo depende de ti.

Disfruta, vive, ama y se feliz.




Feliz fin de semana, salud y éxitos.

José María Gomaríz

Muchas gracias.

Un saludo.

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